5.1. Introducción a la Gasificación | netl.doe.gov

La gasificación es un proceso tecnológico que puede convertir cualquier materia prima carbonosa (a base de carbono), como el carbón, en gas combustible, también conocido como gas de síntesis (gas de síntesis para abreviar). La gasificación se produce en un gasificador, generalmente un recipiente a alta temperatura/presión donde el oxígeno (o aire) y el vapor se ponen en contacto directamente con el carbón u otro material de alimentación, lo que provoca una serie de reacciones químicas que convierten el alimento en gas de síntesis y cenizas/escorias (residuos minerales). El gas de síntesis se llama así debido a su historia como intermediario en la producción de gas natural sintético. Compuesto principalmente por los gases incoloros, inodoros y altamente inflamables monóxido de carbono (CO) e hidrógeno (H2), el gas de síntesis tiene una variedad de usos. El gas de síntesis se puede convertir (o cambiar) a nada más que hidrógeno y dióxido de carbono (CO2) agregando vapor y reaccionando sobre un catalizador en un reactor de cambio de agua y gas. Cuando el hidrógeno se quema, no crea nada más que calor y agua, lo que resulta en la capacidad de crear electricidad sin dióxido de carbono en los gases de escape. Además, el hidrógeno hecho de carbón u otros combustibles sólidos se puede usar para refinar petróleo o para fabricar productos como amoníaco y fertilizantes. Más importante aún, el gas de síntesis enriquecido con hidrógeno se puede usar para fabricar gasolina y diesel. Las plantas de poligeneración que producen múltiples productos son singularmente posibles con tecnologías de gasificación. El dióxido de carbono se puede capturar de manera eficiente del gas de síntesis, evitando su emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera y permitiendo su utilización (por ejemplo, para mejorar la Recuperación de petróleo) o almacenamiento seguro.

La gasificación ofrece una alternativa a formas más establecidas de convertir materias primas como carbón, biomasa y algunas corrientes de desechos en electricidad y otros productos útiles. Las ventajas de la gasificación en aplicaciones y condiciones específicas, en particular en la generación limpia de electricidad a partir de carbón, pueden convertirla en una parte cada vez más importante de los mercados energéticos e industriales del mundo. El precio estable y el abundante suministro de carbón en todo el mundo lo convierten en la principal opción de materia prima para las tecnologías de gasificación en el futuro. Los mercados de colocación de la tecnología con respecto a muchos factores tecnoeconómicos y políticos, incluidos los costos, la fiabilidad, la disponibilidad y la capacidad de mantenimiento (RAM), las consideraciones ambientales, la eficiencia, la flexibilidad de las materias primas y los productos, la seguridad energética nacional, la percepción y las políticas públicas y gubernamentales, y la infraestructura, determinarán si la gasificación realiza o no todo su potencial de mercado.

El siguiente gráfico es una representación de un proceso de gasificación para carbón, que representa tanto la flexibilidad de la materia prima inherente a la gasificación, como la amplia gama de productos y la utilidad de la tecnología de gasificación.

 Representación de un proceso de gasificación para carbón, que representa tanto la flexibilidad de la materia prima inherente a la gasificación como la amplia gama de productos y la utilidad de la tecnología de gasificación.

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