7 Consejos sobre el cuidado de un Ser querido postrado en cama

Un diagnóstico de cáncer es devastador, no para la persona que recibe el diagnóstico, sino también para sus familiares, amigos y otros seres queridos. Es un evento que cambia la vida que altera fundamentalmente las circunstancias en las que las personas se encuentran de repente.

Para aquellos que cuidan de familiares u otras personas con cáncer, esto puede significar asistirlos en casa mientras pasan por los tratamientos estándar para el cáncer, como la quimioterapia, o ayudarlos con su cuidado si se quedan postrados en cama. Cualquiera que sea el caso, aquí hay algunos consejos útiles sobre las cosas que debe considerar al cuidar a un paciente postrado en cama.

Promover un Buen aseo e higiene

Una de las mejores cosas que puede hacer para ayudar a cualquier paciente postrado en cama es asegurarse de que se atiendan sus necesidades básicas de higiene y aseo. Esto incluye:

  • Bañarse: Algunas personas pueden levantarse y ducharse o bañarse con ayuda menor, pero otras pueden no poder hacerlo. En este caso, también es aceptable bañarse en la cama todos los días.
  • Cuidado dental: Una vez más, algunas personas pueden cepillarse los dientes, mientras que otras pueden necesitar ayuda para hacerlo.
  • Cambiarse a ropa limpia y fresca a diario es importante para asegurarse de que la suciedad, los gérmenes y las bacterias no tengan tiempo de causar daño.
  • Uñas de las manos y de los pies: El proceso de curación puede causar picazón, y tener uñas largas puede provocar rasguños inadvertidos y otras lesiones. Las uñas largas también pueden encarnarse o infectarse fácilmente, por lo que es importante que las cubras adecuadamente.
  • Cortes de pelo y afeitado: El cabello largo y descuidado puede provocar infestaciones de piojos, chinches y otros parásitos. Mantener el cabello, la barba y el bigote recortados, cepillados y limpios es una buena manera de desalentar tales problemas.

Además de mantenerse saludable, todas estas cosas ayudarán en gran medida a su ser querido a mantener su moral y autoestima. El viejo adagio de que verse bien ayuda a la gente a sentirse mejor consigo misma es muy cierto.

Prevenir las escaras

Las escaras (también conocidas como úlceras por presión) son lesiones en la piel y los tejidos subyacentes que resultan de estar sentado o acostado en una sola posición durante largos períodos de tiempo. La sentada prolongada ejerce presión sobre partes del cuerpo, como las nalgas, las piernas y los muslos, lo que puede hacer que la piel se descomponga y se rompa. El resultado final es que el área se vuelve extremadamente dolorosa e incómoda y, en el peor de los casos, las úlceras de decúbito pueden infectarse y provocar complicaciones importantes que pueden acortar la vida.

La buena noticia, sin embargo, es que las escaras son muy prevenibles. Considere usar los siguientes consejos:

  • Si el individuo pasa la mayor parte del tiempo en la cama, tómese unos minutos de cada pocas horas para reposicionarlo. Si pueden moverse por su cuenta, anímelos a reajustarse a sí mismos también.
  • Pida consejo a un médico o enfermero sobre la mejor manera de reposicionar al paciente para que no le cause lesiones a ninguno de los dos al ajustar su posición.
  • Asegúrese de mantenerse proactivo y revise con frecuencia estas áreas comunes en busca de escaras (cuanto antes se encuentre una escara, mejor será el pronóstico): los talones, los tobillos, las caderas y el coxis.

Cambiar la ropa de cama regularmente

Puede parecer una cosa simple, pero cambiar la ropa de cama hace una gran diferencia. La ropa de cama puede ensuciarse por los alimentos, los baños en la cama, la suciedad, las partículas de piel y otros desechos.

Así que por razones de higiene y salud, algunas cosas a tener en cuenta al cambiar la ropa de cama:

  • Dado que las personas postradas en cama pasan más tiempo en la cama que la mayoría de las personas, es fundamental que la ropa de cama (sábana ajustable, sábana superior y fundas de almohada) se cambie cada 2 o 3 días.
  • Asegúrese de que el nuevo juego de ropa de cama se haya limpiado y lavado correctamente antes de usarlo.
  • Hable con su ser querido sobre el material de las sábanas que se están utilizando. ¿La tela es lo suficientemente suave para ellos? ¿Los mantiene lo suficientemente calientes, o tal vez demasiado calientes?
  • No olvide las mantas y los edredones, es posible que no tenga que cambiarlos y lavarlos con la misma frecuencia que las sábanas, pero es importante cambiarlos regularmente.

Garantizar una buena nutrición

Todo el mundo sabe la importancia de llevar una dieta saludable, y es aún más importante en pacientes que están enfermos o que se están recuperando de un tratamiento, como una cirugía. Hable con el médico, la enfermera o el dietista de la persona para ver qué tipos de alimentos recomiendan (además de los suplementos nutricionales que ya pueden estar tomando).

  • Trate de proporcionar una dieta bien equilibrada, haciendo un seguimiento de los nutrientes y las calorías para garantizar que su ser querido se mantenga saludable.
  • Atienda a sus seres queridos fisiología: los pacientes pueden preferir comer en pequeñas sesiones de refrigerios durante todo el día, en lugar de tener comidas grandes a horas específicas.
  • Mantenga a mano agua y bebidas saludables sin azúcar para que beban durante todo el día, para asegurarse de que se mantengan hidratados.
  • Controle los hábitos alimenticios y registre las comidas en un diario como referencia cuando hable con un médico, o en caso de que note algo inusual después de comer ciertos alimentos.

Tenga en cuenta que ciertos alimentos pueden interactuar mal con los medicamentos; por ejemplo, las verduras con alto contenido de vitamina K, como la espinaca y el brócoli, pueden contrarrestar los efectos de algunos anticoagulantes como la warfarina. Por lo tanto, es importante que los cuidadores comprendan qué alimentos saludables deben evitarse.

Como siempre, asegúrese de seguir las instrucciones de un médico sobre todo lo que un paciente postrado en cama debe comer o no.

Crea un entorno cómodo

Nuestro entorno inmediato juega un papel importante en nuestro bienestar emocional, así que tómate unos momentos para asegurarte de que el entorno de la persona sea lo más cómodo posible.

  • Asegúrese de que la habitación esté bien iluminada, con luz natural si es posible, ¡la luz solar es un desinfectante natural!
  • Mantenga el paso al baño fácil y libre de desorden.
  • Coloque la cama al alcance de una mesita de noche con fácil acceso a una alarma, teléfono, libro, comida y agua.
  • Ventile la habitación de vez en cuando, para deshacerse del aire viciado y permitir que circule el aire fresco.
  • Mantenga las distracciones al mínimo, especialmente durante los períodos de descanso, para garantizar que el paciente pueda dormir lo que necesita.

además De las comodidades mencionadas anteriormente, tómese unos minutos cada día para sentarse y charlar con su ser querido. Salud Mental y emocional es tan importante como la salud física.

Emplear paciencia y Empatía

Cuidar de un ser querido puede ser muy difícil. Incluso con las mejores intenciones, puede ser fácil perder la paciencia, no sentirse apreciado o sentirse un poco abrumado. Aquí hay algunas ideas sobre cómo evitar o manejar esos sentimientos cuando te golpean:

  • Comprenda que los tratamientos y los efectos físicos de cánceres como el mesotelioma realmente pueden limitar la capacidad de una persona para realizar actividades físicas normales. Esto puede causar mucha ansiedad, especialmente para las personas que han sido independientes hasta ahora.
  • Tómese el tiempo para comunicar sus sentimientos para que ambos puedan comprender mejor las necesidades y metas del otro.
  • Espere que las cosas tomen más tiempo de lo que normalmente tomarían. Las tareas cotidianas requerirán más energía tanto de su ser querido como de usted mismo, y tratar de apresurar las cosas solo causará frustración e incluso podría terminar lastimando al paciente.
  • Esté atento a los signos de fatiga en usted mismo y comprenda sus propios límites. Si necesita tomarse unos momentos para evitar posibles conflictos o ira, es mejor hacerlo que atacar o alimentar malos sentimientos.

Encontrar una manera de recordarte que estás ahí para ayudar a tu ser querido es una buena manera de comenzar cada día. Abordar toda la experiencia de cuidado desde un lugar de empatía y paciencia le ayudará a usted y a su ser querido a largo plazo.

Busque ayuda Cuando La Necesite

Una parte importante de ser un cuidador es saber cuándo necesita buscar ayuda profesional para cuidar adecuadamente a su ser querido. Si puede, contrate a una enfermera u otro profesional médico para que lo ayude con sus tareas de cuidado. Mantenga una línea abierta de comunicación con el equipo médico de su ser querido también para que puedan ayudarlo a manejar cualquier complicación a medida que surjan.

Ya sea que pueda o no pagar la ayuda profesional, hay varios grupos de apoyo donde los cuidadores pueden compartir ideas, consejos e historias sobre sus propias dificultades. A veces, simplemente saber que otros están experimentando las mismas dificultades puede ser suficiente para ayudarlo a superar los días, las semanas y los meses. También puedes aprender de las experiencias de los demás, lo que puede aliviar la carga de sentir que tienes que aprender todo por tu cuenta desde cero.

Aquí hay algunos grupos de apoyo para cuidadores y recursos que puede consultar:

  • Navegador del Cuidador familiar
  • Comunidad de Apoyo al Cáncer
  • Fundación Defensora del Paciente

Además, muchos cuidadores y pacientes con cáncer comparten historias sobre el Mesothelioma.com Página de Facebook. ¡Únete a la conversación!

Manténgalos cómodos

Ayudar a un paciente postrado en cama, ya sea un familiar, un amigo cercano u otra persona que conozca, puede ser un desafío físico y emocional, pero también puede ser un momento para desarrollar o fortalecer vínculos. La experiencia le da la oportunidad de hacer lo único que cualquier paciente de cáncer apreciará: estar ahí para ellos y con ellos.

Al final, se trata de asegurarse de que la persona se sienta lo más cómoda posible y de ayudarla a recibir el tratamiento que necesita, ya sea para recuperarse de una enfermedad como el cáncer, y los tratamientos invasivos necesarios para combatirlo, o cuidados paliativos para ayudarla a manejarse lo mejor posible durante los días que le quedan. Estar atento a sus necesidades y ayudar a prevenir o reducir el dolor ayudará mucho durante este tiempo.

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