Enfermedades psicogénicas relacionadas con actividad cerebral anormal

Individuos con enfermedad psicógena (i.

Cerebro activo

e. enfermedad física derivada del estrés emocional o mental) tiene cerebros que funcionan de manera diferente a las personas con enfermedades orgánicas, según una nueva investigación de UCL y la Universidad de Cambridge.

Las enfermedades psicogénicas, anteriormente conocidas como enfermedades «histéricas», pueden tener un aspecto muy similar a las enfermedades genéticas del sistema nervioso o a las enfermedades causadas por daños en los nervios, el cerebro o los músculos. Pueden provocar muchos síntomas severos, como calambres dolorosos o parálisis.

Sin embargo, a diferencia de las enfermedades orgánicas, las enfermedades psicogénicas no tienen ninguna causa física aparente, lo que las hace difíciles de diagnosticar y aún más difíciles de tratar.

Este estudio analizó a personas con distonía psicogénica u orgánica (un trastorno del movimiento en el que las contracciones musculares sostenidas causan torceduras y movimientos repetitivos o posturas anormales), así como a personas sanas sin distonía.

Ambos tipos de distonía causaron contracciones musculares dolorosas y incapacitantes que afectaron la pierna.

Comprender estos trastornos, diagnosticarlos a tiempo y encontrar el tratamiento adecuado son claramente muy importantes. Esperamos que estos resultados puedan ayudar a los médicos y pacientes a comprender el mecanismo que conduce a este trastorno y guiar mejores tratamientos.

Dra. Anette Schrag, Instituto de Neurología de la UCL

El grupo de pacientes orgánicos con mutación genética hada (el gen DYT1) que causó su distonía. Los pacientes psicogénicos tenían los síntomas de distonía, pero no tenían ninguna explicación física para la enfermedad, incluso después de extensas investigaciones.

Los científicos realizaron exploraciones cerebrales con PET a los voluntarios de UCL para medir el flujo sanguíneo y la actividad cerebral de ambos grupos de distonía y de los voluntarios sanos.Los participantes fueron escaneados con tres posiciones diferentes de los pies: descansar, mover el pie y sostener la pierna en una posición distónica. La actividad eléctrica de los músculos de las piernas se midió al mismo tiempo para determinar qué músculos estaban comprometidos durante las exploraciones.

Los investigadores encontraron que la función cerebral de los individuos con psicogenicidad era muy diferente a la función cerebral de los individuos con la enfermedad orgánica (genética).

La primera autora, DrAnette Schrag, del Instituto de Neurología de la UCL, dice: «Encontrar anomalías de la función cerebral que son muy diferentes de las de la forma orgánica de la distonía abre un camino para que los investigadores aprendan cómo los factores psicológicos pueden, al cambiar la función cerebral, conducir a problemas físicos.»

Dr. JamesRowe, Universidad de Cambridge, añadido: «Lo que me llamó la atención fue cuán diferente era la función cerebral anormal en pacientes con distonía genética y distonía psicógena. Aún más sorprendente era que las diferencias estaban ahí todo el tiempo, si los pacientes estaban descansando o tratando de moverse.»

Además, los investigadores encontraron que una parte del cerebro (la corteza prefrontal) previamente asociada con enfermedades psicogénicas es un indicador poco confiable. La actividad anormal en esta región no es exclusiva de la enfermedad psicogénica y el mismo patrón de actividad también se observó en pacientes con distonía orgánica cuando intentaron mover los pies.

DrArpan Mehta, de la Universidad de Cambridge, dice: «Es interesante que, a pesar de las diferencias, ambos tipos de pacientes tenían una cosa en común: un problema en la parte frontal del cerebro. Esta área controla la atención a nuestros movimientos y,aunque la anormalidad no es exclusiva de la distonía psicógena, es parte del problema.»

Este tipo de enfermedad es muy común, como explica el Dr. Schrag: «Uno de cada seis pacientes que consultan a uneurologo tiene una enfermedad psicógena. Están tan enfermos como alguien con enfermedad orgánica, pero con una causa diferente y necesidades de tratamiento diferentes. Comprender estos trastornos, diagnosticarlos a tiempo y encontrar el tratamiento adecuado son claramente muy importantes. Esperamos que estos resultados puedan ayudar a los médicos y a los pacientes a comprender el mecanismo que conduce a este trastorno y a orientar tratamientos mejores.»

La investigación fue publicada hoy en la revista Brain.

– Fin –

Contacto con los medios de comunicación: David Weston

Enlaces:

  • Artículo completo en la revista Brain

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.