Independencia de Venezuela

Artículo principal: Tercera República de Venezuela

Santiago Mariño.

General Juan Bautista Arismendi óleo sobre lienzo de Martín Tovar y Tovar.

La tercera república corresponde al período entre 1817 y diciembre de 1819, año en el cual Simón Bolívar crea la república de la Gran Colombia. Después de la caída de la Segunda República, los líderes patriotas se refugiaron en las islas del Mar Caribe especialmente en Jamaica, Trinidad, Haití y Curazao. Desde allí, y con el apoyo de esos países, especialmente Haití, reanudaron la lucha.

Firma del acta de Independencia de Venezuela

Bolívar regresa a la Nueva Granada, para intentar repetir la hazaña de la Campaña Admirable, acción que es rechazada por sus partidarios. Sintiéndose incomprendido en Cartagena de Indias, decide tomar el 9 de mayo de 1815 el camino del destierro hacia Jamaica, animado por la idea de llegar al mundo angloparlante y convencerlo de su cooperación con el ideal de la independencia Hispanoamericana. En Kingston vivirá desde mayo hasta diciembre de 1815, tiempo que dedicó a la meditación y cavilación acerca del porvenir del continente Americano ante la situación sobre el destino de México, Centroamérica, la Nueva Granada (incluye a la actual Panamá), Venezuela, Buenos Aires, Chile y Perú. La Carta de Jamaica es un texto escrito por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en Kingston, en respuesta a una misiva de Henry Cullen donde expone las razones que provocaron la caída de la Segunda República en el contexto de la Independencia de Venezuela. Aunque la Carta estaba originalmente dirigida a Henry Cullen, está claro que su objetivo fundamental era llamar la atención de la nación liberal más poderosa del siglo XIX, Gran Bretaña, a fin de que se decidiera a involucrarse en la independencia americana.

Situación en MargaritaEditar

Para el año de 1815 el General Juan Bautista Arismendi es Gobernador provisional de la isla Margarita. El acoso español se inició por todo el territorio de la república, durante algunos meses el y su familia viven en las afueras de La Asunción bajo el espionaje y la presión que las autoridades españolas mantienen sobre los simpatizantes de la causa patriota en la isla. En septiembre de 1815 se ordena apresar a Arismendi, este escapa y se oculta con uno de sus hijos en las montañas de Copey. El 24 de septiembre su esposa Luisa Cáceres de Arismendi, quien se encontraba embarazada, es tomada como rehén para doblegar a su esposo y encerrada bajo la vigilancia en la casa de la familia Amnés, días después es trasladada a un calabozo del Castillo Santa Rosa en La Asunción.

Es en ese calabozo oscuro y sin luz de la fortaleza que comienza el suplicio de Luisa por el maltrato y vejámenes cometidos por las tropas españolas ante los cuales ella nunca cederá. Un centinela vigila hasta sus menores movimientos, y es obligada a comer el rancho que le dan como único alimento. Luisa permanece sentada noche y día sin moverse para no llamar la atención del celador. Un día el capellán de la fortaleza de regreso de sus oficios pasa por su puerta y se queda contemplando aquella mujer en actitud de vencida, de humillada. Movido a compasión por su estado logra que le lleven comida de su propia casa, que le supriman el centinela y que le coloquen una luz que ilumine el calabozo durante la noche.

Las acciones militares del General Arismendi le permiten hacer prisioneros a varios jefes españoles entre ellos al comandante Cobián, de la fortaleza de Santa Rosa por lo cual el jefe realista Joaquín Urreiztieta propone a Arismendi canjear esos prisioneros por su esposa, tal ofrecimiento no es aceptado y el emisario recibe por respuesta: Diga al jefe español que sin patria no quiero esposa. A partir de aquel momento empeoran las condiciones del cautiverio y se desvanece la posibilidad de libertad al fracasar los patriotas en un intento de asalto de la fortaleza. Habiendo trascurrido un mes desde su prisión oye una noche una gran alarma y se da cuenta de que se prepara un asalto al cuartel. La lisonjea la esperanza de un triunfo de los suyos pero al amanecer, cuando todo está en calma, solo oye los lamentos de los moribundos y de los heridos de la refriega.

Horas más tarde los soldados la sacan de su prisión para pasearla sobre la explanada del cuartel, donde han sido fusilados los infelices prisioneros. Luisa Cáceres de Arismendi tiembla ante la idea de que ella también va a ser sacrificada, pero estaba equivocada: el objeto de sus verdugos era que se paseara por sobre los cadáveres de los patriotas fusilados, que caminara por sobre aquellos cuerpos sin vida que habían tenido la osadía de querer libertarla. La sangre derramada va a desembocar en el aljibe de la prisión y a Luisa la obligan a calmar su sed con aquella agua putrefacta y pestilente mezclada con la sangre de los suyos. El 26 de enero de 1816, Luisa da a luz una niña que muere al nacer dadas las condiciones del parto y del calabozo en el cual se encuentra prisionera.

Durante todo este tiempo se le mantiene incomunicada y sin noticias de sus familiares. Los triunfos de las fuerzas republicanas comandadas por Arismendi en Margarita y por el general José Antonio Páez en Apure determinaron que el brigadier Moxó ordenara el traslado de Luisa Cáceres de Arismendi a Cádiz, por tal razón es llevada de nuevo a la prisión de La Guaira el 24 de noviembre de 1816 y embarcada el 3 de diciembre. En alta mar son atacados por un buque corsario que se apodera de todo el cargamento y los pasajeros son abandonados en la isla de Santa María en las Azores. Imposibilitada de regresar a Venezuela, Luisa llega a Cádiz. Es presentada ante el capitán general de Andalucía, quien protesta por la arbitraria decisión de las autoridades españolas en América y le da la categoría de confinada, luego que paga una fianza y se compromete a presentarse mensualmente ante el juez de alzada. Durante su permanencia en Cádiz, se negó a firmar un documento donde manifestaba su lealtad al Rey de España y renegaba de la filiación patriota de su marido a lo cual respondió que el deber de su esposo era servir a la patria y luchar por libertarla. El destierro transcurre sin noticias de su madre y su esposo.

«Cuando la heroína Luisa Cáceres de Arismendi fue tomada prisionera y el jefe realista exigiera la rendición a su esposo quien dijera Sin patria no quiero esposa ella respondió Que mi marido cumpla con su deber que yo sabré cumplir con el mío».

Expedición de los CayosEditar

Artículo principal: Expedición de los Cayos

General Manuel Piar.

La expedición de Los Cayos de San Luis o sencillamente Expedición de los Cayos, es el nombre con el que son conocidas las dos invasiones que desde Haití llevó a cabo el Libertador Simón Bolívar a fines de 1815 ejerciéndola durante el año 1816 con la finalidad de liberar a Venezuela de las fuerzas españolas.Luego de salir del puerto de Los Cayos, en la parte occidental de Haití, la misma se detuvo 3 días en la isla Beata al sur de la frontera entre Haití y Santo Domingo, para continuar su itinerario en el que los primeros días de abril de 1816 se encontraban frente a la costa meridional de la hoy República Dominicana; el 19 de abril de 1816 llegaban a la isla de Vieques cerca de las costas de Puerto Rico, hecho que se celebró con salvas de artillería; el 25 de abril arriban a la islita holandesa de Saba, distante 20 km de San Bartolomé, desde donde se dirigen hacia Margarita, librando el 2 de mayo antes de llegar a esta, el combate naval de Los Frailes en la que la escuadrilla de Luis Brión sale victoriosa y captura el bergantín español El Intrépido y la goleta Rita. El 3 de mayo de 1816 tocan suelo venezolano en la isla de Margarita, en la que el 6 del mismo mes una asamblea encabezada por el general Juan Bautista Arismendi, ratifica los poderes especiales conferidos a Bolívar en Los Cayos.

Luego de esta ratificación, las fuerzas expedicionarias de Bolívar pasan a Carúpano donde finalmente desembarcan y proclaman la abolición de la esclavitud para después seguir a Ocumare de la Costa donde desembarcan y llegan hasta Maracay pero deben retirarse acosados por Morales dejando parte del parque en la playa y la mitad de sus soldados quienes bajo McGregor emprenden la retirada por tierra a través de los valles de Aragua hacia oriente, conocida como la Retirada de los Seiscientos. Tras volver a Haití y organizar una nueva expedición Bolívar zarpó del puerto de Jacmel y llegó a Juan Griego el 28 de diciembre de 1816 y a Barcelona el 31 donde estableció su cuartel general y planeó una campaña sobre Caracas con la concentración de las fuerzas que operaban en Apure, Guayana y Oriente pero tras una serie de inconvenientes abandono el plan y se trasladó a Guayana a tomar el mando de las operaciones contra los realistas en la región.

General Carlos Soublette óleo sobre lienzo de Martín Tovar y Tovar.

A pesar de los reveses sufridos por los expedicionarios y por el propio Libertador en Ocumare, la importancia histórica de la Expedición de los Cayos radica en que la misma permitió que Santiago Mariño, Manuel Piar y luego José Francisco Bermúdez emprendieran la liberación del oriente del país, y que MacGregor con Carlos Soublette y otros jefes se internaran definitivamente en Tierra Firme, para abrir paso al triunfo definitivo de la República.

Desembarco en las CostasEditar

General Gregor MacGregor óleo sobre lienzo de Martín Tovar y Tovar.

La Retirada de los Seiscientos fue una travesía de cientos de kilómetros a través de un territorio hostil para los patriotas ocurrida durante la expedición de los Cayos en 1816 luchando durante el trayecto con pocas armas y municiones. Finalizada la retirada los seiscientos se reunieron con las fuerzas patriotas orientales al mando de Manuel Piar con una renovada confianza.

Los patriotas venezolanos habían desembarcado en las Costas de Aragua y de allí se dividieron en varias columnas penetrando a través de la selva y llegando hasta Maracay, pero la ofensiva lanzada por Francisco Tomás Morales como respuesta al desembarco los empujó de vuelta hasta las playas. En el desorden que siguió los patriotas se embarcan apresuradamente dejando en la playa la mayor parte del parque que disponían, además de 600 hombres al mando de Gregor MacGregor. Posteriormente el general Santiago Mariño, secundado por José Francisco Bermúdez, marchó sobre Irapa donde atacó y destruyó la guarnición de Yaguaraparo. Luego de la ofensiva llegó a Carúpano, después que los realistas habían abandonado la plaza, el 15 de septiembre se estableció en Cariaco y desde allí, con apoyo de la escuadra de Juan Bautista Arismendi, abrió operaciones contra la ciudad de Cumaná, primogénita del Continente Americano.

Luego de algunos éxitos en Maturín y en conocimiento del avance de Santiago Mariño sobre Cumaná y de la retirada de Gregor MacGregor, el general Piar llegó a Chivacoa con 700 hombres y de allí pasó a Ortiz para amenazar a Cumaná y servir de enlace a Mariño y MacGregor.

Después de varios enfrentamientos, Piar pasó a la provincia de Guayana, donde operaba el general Manuel Cedeño y unidas sus fuerzas, avanzaron contra la ciudad de Angostura cuya defensa la tenía el brigadier Miguel de la Torre. La expedición de Jacmel desembarca en Barcelona el 31 de diciembre de 1816. Bolívar estableció su cuartel general en la ciudad y desde ahí planeo una ofensiva sobre Caracas que se ejecutaría luego de una concentración de tropas procedentes de las regiones ocupadas por los patriotas: Apure, Guayana y Cumaná. Bolívar ejecutó una «diversión» por la costa de Píritu con el objeto de desviar la atención de los realistas hacia Caracas mientras se desarrollaba la concentración planeada, pero la derrota sufrida en Clarines el 9 de enero de 1817 deja sin efecto dicha diversión, por lo cual Bolívar regresa a Barcelona. Las dificultades políticas y estratégicas obligan a Bolívar a suspender la campaña de Barcelona, de allí parte hacia Guayana donde se encontraba Piar dejando a las fuerzas de Barcelona bajo la jefatura del general Pedro María Freites.

Campaña de GuayanaEditar

La Campaña de Guayana de 1816-1817, fue la segunda campaña llevada a cabo por los patriotas venezolanos en la Guerra de independencia de Venezuela en la región de Guayana luego de la campaña de 1811-1812 que había terminado en desastre.

Gral. Rafael Urdaneta.

La campaña fue un gran éxito para los republicanos bajo el mando de Manuel Piar con lo que lograron luego de varias batallas expulsar todos los realistas de la región con lo cual quedaron en poder de una región rica en recursos naturales y facilidades de comunicación que sirvió de base para lanzar campañas a otras regiones del país.

Los LlanosEditar

Vuelvan caras Óleo sobre lienzo 300 x 460 cm (1890) de Arturo Michelena representando el momento en que Páez manda a volver sobre el enemigo.

Con José Antonio Páez y en Guayana con Manuel Piar. San Félix y Angostura son liberadas en 1818 con lo cual los patriotas contaron con un territorio lleno de muchas riquezas y con salida al mar a través del río Orinoco. José Antonio Páez se entrevista con Simón Bolívar, que venía desde Angostura al sur del Orinoco para integrarse al ejército de Apure en la campaña contra el Guárico.

El general Páez reconoció la autoridad de Bolívar y el 12 de febrero de 1818 con la Toma de las Flecheras donde cruzaron el río Apure los lanceros llaneros y se lanzaron al río en sus caballos nadando ante la vista confundida de los realistas y tomaron las embarcaciones españolas. Luego en la batalla de Calabozo, Bolívar sale victorioso sobre Pablo Morillo, Páez se encarga como comandante de la vanguardia de perseguir a los españoles y los derrota en la Uriosa el 15 de febrero de 1818.

La Batalla de Las Queseras del Medio fue una importante acción militar llevada a cabo el 2 de abril de 1819 en el actual estado Apure de Venezuela en la cual el prócer de la independencia, José Antonio Páez vence acompañado de 153 lanceros a más de 1000 jinetes de caballería de las fuerzas españolas siendo la más famosa batalla comandada por Páez y en donde se dicta la famosa frase: ¡Vuelvan Caras! (más probablemente: ¡Vuelvan carajo!). Cayendo sobre sus perseguidores y destruyendo a la caballería realista que huye de vuelta a su campamento. Las Queseras fue el mayor triunfo de la carrera militar del general Páez, en reconocimiento a la brillante acción, Bolívar lo condecora con la Orden de los Libertadores al día siguiente.

Luego de que Páez es ascendido en San Juan de Payara por el Libertador a general de división se libró la campaña de Apure junto a Bolívar contra las tropas de Morillo que habían invadido el Apure. Finalizada la campaña de Apure con la retirada de Morillo a Calabozo, Bolívar inicia la Campaña Libertadora de Nueva Granada y a Páez le corresponden funciones de seguridad y reserva estratégica, vigilar los movimientos de Morillo y cortar en conjunción con el ejército de oriente un posible ataque de Morillo a las fuerzas de Bolívar.

Congreso de AngosturaEditar

Artículo principal: Congreso de Angostura

Mapa de la Gran Colombia. .

El 15 de febrero de 1819 Bolívar instala el Congreso de Angostura y pronuncia el Discurso de Angostura que fue elaborado en el contexto de las guerras de Independencia de Venezuela y de Colombia. En el Congreso se reunieron representantes de Venezuela, Nueva Granada (actualmente Colombia) y Quito (actualmente Ecuador). Las decisiones tomadas inicialmente fueron las siguientes:

  • La Nueva Granada fue renombrada Cundinamarca y su capital, Santa Fe renombrada Bogotá. La Capital de Quito sería Quito. La Capital de Venezuela sería Caracas. La Capital de la Gran Colombia sería Bogotá.
  • Se crea la República de Colombia, que sería gobernada por un Presidente. Existiría un Vicepresidente que suplantaría al Presidente en su ausencia. (Históricamente se acostumbra llamar a la Colombia del Congreso de Angostura La Gran Colombia)
  • Los gobernadores de los tres Departamentos también se llamarían Vicepresidentes.
  • El presidente y vicepresidente se elegirían con voto indirecto, pero para efectos de empezar, el congreso los eligió de la siguiente forma: Presidente de la República: Simón Bolívar y Vicepresidente: Francisco de Paula Santander. En agosto Bolívar invadió su tarea libertadora y sale hacia Ecuador y Perú, y deja a cargo de la presidencia a Santander.
  • A Bolívar se le da el título de «Libertador» y su retrato se expondría en el salón de sesiones del congreso con el lema «Bolívar, Libertador de la Gran Colombia y padre de la Patria»

El 17 de diciembre de 1819 se declara la unión de Venezuela y Nueva Granada y nace la República de Colombia. Conocida actualmente como Gran Colombia. Así culmina la Tercera República.

Ya para entonces, a los españoles solo les quedaba el centro norte del país,(incluyendo Caracas) Coro, Mérida, Cumaná, Barcelona y Maracaibo.

Armisticio de Santa AnaEditar

El Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.

Monumento al abrazo de Bolivar y Morillo en Santa Ana de Trujillo.

Después de seis años de guerra, el general español Pablo Morillo acepta entrevistarse con Bolívar en 1820. Luego que fue Libertada Nueva Granada y creada la República de Colombia, Bolívar firma con el general español Pablo Morillo, el 26 de noviembre de 1820, un Armisticio, así como un Tratado de Regularización de la Guerra. El Mariscal Sucre redactó este Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra, considerado por Bolívar como «el más bello monumento de la piedad aplicada a la guerra». El Capitán General Pablo Morillo recibe instrucciones el 6 de junio de 1820 desde España para que arbitrara con Simón Bolívar un cese a las hostilidades. Morillo informa a Bolívar sobre el cese al fuego unilateral del ejército español y la invitación para conferenciar un acuerdo de regularización de la guerra. Los plenipotenciarios de ambos bandos se entrevistan y el 25 de noviembre hacen lo mismo Bolívar y Morillo. El 25 mismo se firma el Armisticio entre la República de Colombia y España el cual suspendía todas las operaciones militares en mar y tierra en Venezuela y confinaba a los ejércitos de ambos bandos a las posiciones que sostenían el día de la firma según lo cual la línea de demarcación entre ambos.

La importancia de los documentos redactados por Antonio José de Sucre, en lo que significó su primera actuación diplomática, fue la paralización temporal de las luchas entre los patriotas y los realistas, y el fin de la guerra a muerte iniciada en 1813. El Armisticio de Santa Ana le permitió ganar tiempo a Bolívar para preparar la estrategia de la Batalla de Carabobo, que aseguró la independencia venezolana. El documento, marcó un hito en derecho internacional, pues Sucre, fijó mundialmente el trato humanitario que desde entonces empezaron a recibir los vencidos por los vencedores en una guerra. De esta forma se convirtió en pionero de los derechos humanos. Fue de tal magnitud la proyección del tratado que Bolívar en una de sus cartas escribió: «…este tratado es digno del alma de Sucre»… El Tratado de Armisticio tenía por objeto suspender las hostilidades para facilitar las conversaciones entre los dos bandos, con miras a concertar la paz definitiva. Este Tratado se firmó por seis meses y obligaba a ambos ejércitos a permanecer en las posiciones que ocupaban en el momento de su firma. El Tratado de Armisticio fue:

«Por el cual desde ahora en adelante se hará la guerra entre España y Colombia como la hacen los pueblos civilizados».

Pablo Morillo cuenta en sus memorias que cuando llegó a España, después del abrazo con Simón Bolívar y la firma del Tratado Armisticio de Santa Ana, el Rey de España le reclama y lo llama a presencia y le dice:

«Explíqueme cómo es que usted, que triunfó contra los franceses, contra las tropas de Napoleón Bonaparte, llega aquí derrotado por unos salvajes».

A la cual el General respondió:

«Su Majestad, si usted me da un Páez y 100 000 llaneros de Apure a esos a los que usted llama Salvajes, le pongo toda Europa a sus pies».

Batalla de CaraboboEditar

Artículo principal: Batalla de Carabobo (1821)

La Batalla de Carabobo, Consolidó la Emancipación de Venezuela Librada por el ejército Libertador bajo el mando supremo del Comandante en Jefe Simón Bolívar el 24 de junio de 1821.

Al expirar el armisticio el 28 de abril de 1821 ambos bandos comenzaron una movilización de sus fuerzas, los españoles poseían un despliegue que hacia favorable un combate en detal, venciendo a las divisiones patriotas una a la vez. Los Patriotas comandados por Bolivar, en cambio necesitaban concentrar sus tropas para poder obtener una sola batalla decisiva.

La concentración de las tropas independentistas se realizó en la ciudad de San Carlos, donde convergieron los ejércitos de Bolívar, Páez y la división del coronel Cruz Carrillo. El ejército de oriente, dirigido por José Francisco Bermúdez realizó una maniobra de distracción avanzando sobre Caracas, La Guaira y los Valles de Aragua que obligó a La Torre a enviar unos 1000 hombres en su contra para recobrar las posiciones y asegurar su retaguardia. El ejército independentista avanzó de San Carlos al Tinaco cubierto por la avanzada del coronel José Laurencio Silva, que tomo las posiciones realistas en Tinaquillo. El 20 atraviesa el ejército colombiano el río Tinaco y el 23 Bolívar pasa revista a sus fuerzas en la sabana de Taguanes. A tempranas horas del 24 de junio, desde las alturas del cerro Buenavista, Bolívar hizo un reconocimiento de la posición realista y llegó a la conclusión de que esta era inexpugnable por el frente y por el sur. En consecuencia, ordenó que las divisiones modificaran su marcha por la izquierda y se dirigieran al flanco derecho realista, el cual estaba descubierto; es decir, Bolívar concibió una maniobra tendiente a desbordar el ala derecha enemiga, operación ejecutada por las divisiones de José Antonio Páez y Cedeño, en tanto que la división Plaza seguía por el camino hacia el centro de la posición defensiva.

La Batalla de Carabobo fue un combate entre los ejércitos de la Gran Colombia dirigidos por Simón Bolívar y el del Reino de España dirigidos por el mariscal Miguel de la Torre, ocurrido el 24 de junio de 1821 en la Sabana de Carabobo. La batalla se saldó como una decisiva victoria independentista, que resultó crucial para la liberación de Caracas y el resto del territorio que aún permanecía en poder de los realistas, hecho que se logrará de manera definitiva en 1823 con la Batalla naval del Lago de Maracaibo y la toma del Castillo San Felipe de Puerto Cabello. El triunfo le permitió a Bolívar iniciar las Campañas del Sur mientras que sus subordinados acababan la lucha en Venezuela.

El 29 de junio las tropas de Bolívar entraron en Caracas. Los habitantes blancos habían abandonado la ciudad: las casas habían sido saqueadas y en las calles había apenas pordioseros y cadáveres. Unos 24 mil personas abandonaron Venezuela rumbo a las islas del Caribe, a Estados Unidos o a España. Bolívar mandó a confiscar todas las posesiones de los que habían emigrado, incluyendo las cosechas.

Batalla Naval del Lago de MaracaiboEditar

Artículo principal: Batalla naval del Lago de Maracaibo

Batalla naval del Lago de Maracaibo

La Batalla naval del Lago de Maracaibo referida también como Batalla naval del lago fue una batalla naval librada el 24 de julio de 1823 en las aguas del Lago de Maracaibo en el actual estado Zulia, Venezuela. La misma sellaría definitivamente la independencia venezolana de España siendo una acción decisiva en las campañas navales de la Independencia. Los españoles habían logrado reconquistar las provincias de Coro y Maracaibo, lo cual les dio un territorio considerable en el occidente del país. Las autoridades de la República decretaron un bloqueo naval de las costas del país, la entrada al Lago de Maracaibo fue forzada por el Almirante Padilla el 8 de mayo de 1823, y tras varias acciones limitadas la batalla decisiva se dio el 24 de julio de 1823, resultando en un completo triunfo colombiano. La derrota en el Lago de Maracaibo hizo insostenible la posición de Morales, el cual capituló el 3 de agosto.

Terminada la jornada el Almirante Padilla ordenó que la escuadra diese fondo allí donde había combatido. Poco después se dirigió a los Puertos de Altagracia a reparar las averías de sus naves. Por su parte, el comandante Ángel Laborde pasó al castillo, ganó luego la barra, tocó en Puerto Cabello y con el archivo del apostadero se dirigió a Cuba. Las pérdidas de los republicanos fueron de 8 oficiales y 36 individuos de tripulación y tropa muertos, 14 de los primeros y 150 de los segundos heridos y un oficial contuso, mientras que la de los realistas resultaron mayores, sin contar los 69 oficiales y 368 soldados y marineros que quedaron prisioneros.

En 2 horas de recio combate se decidió la acción, la cual abrió camino a negociaciones con el capitán general Francisco Tomás Morales; el 3 de agosto siguiente, este fue obligado a entregar el resto de la flota realista, la plaza de Maracaibo, el Castillo de San Carlos, el de San Felipe en Puerto Cabello, así como todos los demás sitios ocupados por la oficialidad española. El día 5 de agosto, el último oficial al servicio del Rey de España abandonó territorio venezolano: la libertad de Venezuela estaba definitivamente decidida.

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