The octobasses

Animado por la entusiasta respuesta del público al instrumento, Kent Nagano convenció a Roger Dubois para financiar la comisión de dos octobas más por el Sr. Pagès. El luthier aceptó, dedicando dos años y medio al diseño de un instrumento más moderno cuya interpretación resultara más cómoda. El resultado de este trabajo es que cada nuevo octobass está equipado con un pequeño teclado encajado en una curva en el instrumento, con teclas que ponen en movimiento sus amortiguadores correspondientes, montados sobre las cuerdas. Estos amortiguadores son activados por pequeños motores, lo que permite al músico detener las cuerdas en los lugares correctos y obtener las notas deseadas con una facilidad considerablemente mayor que el modelo original, que se opera con palancas y pedales.

Roger Dubois deseaba presenciar el montaje de los octobases que tan generosamente prestó a la OSM, y escuchar sus primeras notas. Cree que los instrumentos ayudarán a confirmar el estatus de la Orchestre symphonique de Montréal como líder internacional en interpretación orquestal, y que estos octobases, que se pueden llevar de gira, serán la envidia de muchos. «En cierto modo, estas octobases pueden convertirse en la marca registrada de la OSM», sostiene. Su orgullo por este logro se evidencia en una escultura de bronce que se está preparando para su instalación frente a la sede de Canimex en Drummondville, Quebec, y que representará a Eric Chappell bailando con dos octobases.

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