Tipos de retrasos del desarrollo en niños

Los especialistas pediátricos del Hassenfeld Children’s Hospital en NYU Langone identifican varios tipos de retrasos del desarrollo en niños. Estos retrasos pueden afectar las habilidades físicas, cognitivas, de comunicación, sociales, emocionales o de comportamiento de un niño.

A menudo, los retrasos en el desarrollo afectan a más de un área del desarrollo de un niño. Cuando un niño tiene retrasos en muchas o todas estas áreas, se denomina retraso global del desarrollo.

Algunos retrasos en el desarrollo tienen una causa identificable. Sin embargo, para muchos niños, la causa de la demora, o de múltiples demoras, no está clara.

Retrasos cognitivos

Los retrasos cognitivos pueden afectar el funcionamiento intelectual de un niño, interferir con la conciencia y causar dificultades de aprendizaje que a menudo se hacen evidentes después de que el niño comienza la escuela. Los niños con retrasos cognitivos también pueden tener dificultades para comunicarse y jugar con otros.

Este tipo de retraso puede ocurrir en niños que han experimentado una lesión cerebral debido a una infección, como la meningitis, que puede causar inflamación en el cerebro conocida como encefalitis. El síndrome del bebé sacudido, los trastornos convulsivos y los trastornos cromosómicos que afectan el desarrollo intelectual, como el síndrome de Down, también pueden aumentar el riesgo de un retraso cognitivo. En la mayoría de los casos, sin embargo, no es posible identificar una razón clara para este tipo de retraso.

Retrasos motores

Los retrasos en las habilidades motoras interfieren con la capacidad de un niño para coordinar grupos musculares grandes, como los de los brazos y las piernas, y músculos más pequeños, como los de las manos. Los bebés con retrasos motores gruesos pueden tener dificultades para darse la vuelta o gatear; los niños mayores con este tipo de retraso pueden parecer torpes o tener problemas para subir y bajar escaleras. Las personas con retrasos en la motricidad fina pueden tener dificultades para aferrarse a objetos pequeños, como juguetes, o para realizar tareas como atarse los zapatos o cepillarse los dientes.

Algunos retrasos motores son el resultado de afecciones genéticas, como la acondroplasia, que causa acortamiento de las extremidades, y afecciones que afectan los músculos, como la parálisis cerebral o la distrofia muscular. También pueden ser causados por problemas estructurales, como una discrepancia en la longitud de las extremidades.

Retrasos sociales, Emocionales y Conductuales

Los niños con retrasos en el desarrollo, incluidos aquellos con trastornos neuroconductuales relacionados, como el trastorno del espectro autista y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, a menudo también tienen retrasos sociales, emocionales o conductuales. Debido a las diferencias en el desarrollo cerebral, pueden procesar la información o reaccionar a su entorno de manera diferente que los niños de la misma edad. Estos retrasos pueden tener un impacto en la capacidad de un niño para aprender, comunicarse e interactuar con otros.

Es común que los niños con retrasos en el desarrollo tengan dificultades con las habilidades sociales y emocionales. Por ejemplo, pueden tener problemas para entender las señales sociales, iniciar la comunicación con otros o mantener conversaciones de dos vías. También pueden tener dificultades para lidiar con la frustración o sobrellevar el cambio. Cuando el entorno se vuelve demasiado exigente social o emocionalmente, los niños con retrasos en el desarrollo pueden tener berrinches prolongados y tomar más tiempo que otros niños para calmarse. Este comportamiento puede ser una señal de que el niño necesita más apoyo modificando su entorno o aprendiendo habilidades para hacer frente a los desafíos sociales y emocionales.

Retrasos en el habla

Algunos retrasos en el habla son trastornos del lenguaje receptivo, en los que un niño tiene dificultad para entender palabras o conceptos. Los niños con este tipo de retraso en el habla pueden tener problemas para identificar colores, partes del cuerpo o formas. Otros son trastornos del lenguaje expresivo, en los que un niño tiene un vocabulario reducido de palabras y oraciones complejas para su edad. Un niño con este tipo de retraso en el habla puede ser lento para balbucear, hablar y crear oraciones. A menudo, un niño con retraso en el habla tiene una combinación de retrasos receptivos y expresivos.

Los niños con un problema motriz oral, como debilidad en los músculos de la boca o dificultad para mover la lengua o la mandíbula, que interfiere con la producción del habla, tienen lo que se conoce como trastorno de la producción del habla.

Los niños pueden tener retrasos en el habla debido a causas fisiológicas, como daño cerebral, síndromes genéticos o pérdida de audición. Otros retrasos en el habla son causados por factores ambientales, como la falta de estimulación. Sin embargo, en muchos casos se desconoce la causa del retraso en el habla de un niño.

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