Tratamiento del cáncer avanzado

El cáncer avanzado que no se puede curar, a menudo puede ser tratado. Los síntomas físicos que causa casi siempre pueden ser controlados. El objetivo del tratamiento debe estar claro en cualquier etapa del cáncer. Usted debe saber si el objetivo es curar el cáncer, desacelerar su crecimiento y ayudarle a vivir por más tiempo, o aliviar sus síntomas. Algunas veces esto puede ser confuso porque algunos de los tratamientos usados para curar el cáncer también se pueden usar para desacelerar su crecimiento o aliviar los síntomas.

Este es un resumen de los tratamientos comunes que se emplean para el cáncer avanzado. Se ofrecen más detalles sobre el tratamiento de ciertos tipos de cáncer avanzados en nuestra información sobre ese tipo de cáncer específico.

Decisiones sobre el tratamiento

Las opciones de tratamiento para el cáncer avanzado dependen de dónde se inició el cáncer y cuánto se ha propagado. Como regla general, el cáncer que se ha propagado necesitará una terapia sistémica como quimioterapia o terapia hormonal. La terapia sistémica es un tratamiento que se administra por vía oral o se administra en la sangre para alcanzar las células cancerosas a través de todo el cuerpo. Las terapias locales como la cirugía o la radiación, sólo afectan a una determinada parte del cuerpo. Aun así, también podrían necesitarse para ayudar a prevenir o aliviar determinados síntomas.

Algunas personas creen que ya no hay nada que hacer si no es posible curar el cáncer, y por consiguiente suspenden todo tratamiento. Sin embargo, la radiación, la quimioterapia (y otros medicamentos), la cirugía y otros tratamientos frecuentemente pueden desacelerar el crecimiento del cáncer y ayudar a controlar los síntomas. Además, el alivio de los síntomas tales como el dolor, el estreñimiento, las molestias estomacales y el vómito pueden ayudarle a sentirse mejor. Casi siempre se puede hacer algo para ayudar a mantener o mejorar su calidad de vida.

El objetivo de cualquier atención del cáncer es proporcionarle la mejor calidad de vida posible. Usted querrá sentirse tan bien como sea posible por el mayor tiempo posible. Este es un asunto muy personal. Hable con su equipo de profesionales contra el cáncer sobre lo que es importante para usted. Dígales lo que desea poder seguir haciendo. Usted tiene derecho a tomar decisiones sobre la planificación de su tratamiento.

Tal vez algunas personas quieran continuar con los tratamientos contra el cáncer mientras haya una probabilidad de que estos sean útiles. Otras personas podrían decidir que los efectos secundarios u otros problemas ocasionados por los tratamientos agresivos contra el cáncer superan los posibles beneficios. Por lo tanto, puede que ya no quieran someterse a este tipo de tratamiento. Esto puede ser difícil de aceptar para algunos de sus seres queridos, pero usted tiene derecho a tomar esta decisión. A menudo ayuda incluir a sus seres queridos en la toma de estas decisiones difíciles. De cualquier modo, usted debe tomar las decisiones que son las mejores y las más realistas para usted y su situación.

Cirugía para cáncer avanzado

La cirugía no se usa a menudo para tratar el cáncer avanzado, aunque puede ser útil en algunos casos.

Cirugía para aliviar los síntomas y mejorar su vida

La cirugía puede ayudarle a sentirse mejor y a estar más activo. Puede ayudarle a vivir más, aunque el cáncer se haya propagado demasiado como para ser curado. Por ejemplo, algunas veces el cáncer puede obstruir (bloquear) el intestino. Esto puede causar mucho dolor y puede ser peligroso si el intestino está totalmente obstruido. Puede que se haga una cirugía para circunvalar la obstrucción o para colocar un tubo a través de la misma, de modo que el intestino pueda funcionar otra vez. Otra opción es una cirugía para permitir que el intestino drene fuera del abdomen en una bolsa (colostomía).

Algunas veces se hace una cirugía simple para colocar los tubos de alimentación o para colocar tubos pequeños en los vasos sanguíneos a fin de administrar medicamentos para aliviar el dolor.

Cirugía para detener el sangrado

La cirugía puede hacerse si el cáncer está causando sangrado del estómago, el intestino o las vías respiratorias. A menudo, el médico identificará primero la fuente de la hemorragia con un endoscopio (un tubo flexible y delgado que tiene una cámara en el interior). El endoscopio puede pasarse a través de la boca o por el recto. (Al paciente se le administran medicamentos para que duerma mientras se realiza el procedimiento). El médico puede detener la hemorragia al quemar el vaso que sangra y cerrarlo con una herramienta que pasa a través del endoscopio. Si esto no es posible, podría ser una opción realizar una cirugía para detener la hemorragia.

Otra manera de encontrar una fuente de hemorragia es mediante el uso de una angiografía. Para esta prueba, se coloca un tubo largo y delgado llamado catéter en una arteria grande (como la que se ubica en la ingle) y se conduce hacia las arterias de los intestinos o los pulmones. Se coloca un tinte a través del tubo que permite al médico localizar el vaso sanguíneo que está sangrando. A menudo se pueden inyectar sustancias a través del catéter para detener la hemorragia.

Cirugía para detener el dolor

Algunas veces un tumor puede estar presionando un nervio, ocasionando dolor. Se puede aliviar el dolor matando al nervio inyectándole una sustancia, cortando el nervio o extirpando el tumor.

Cirugía para prevenir o tratar la fractura de huesos

El cáncer que se propaga a los huesos puede estar debilitándolos, causando fracturas que tienden a sanar muy deficientemente. Si un hueso parece estar débil en un estudio por imágenes, puede hacerse una cirugía para colocar en él una varilla de metal que lo apoye y así ayudar a evitar que ocurra una fractura. Con más frecuencia, esto se hace en el hueso del muslo. Si el hueso ya está fracturado, la cirugía puede aliviar el dolor y ayudar a la persona a estar más activa.

Cirugía para tratar el cáncer que comprime la médula espinal

Si un tumor está comprimiendo la médula espinal, esto puede inducir a la pérdida de control y función muscular debajo del nivel del tumor, y a veces a parálisis. Puede que se necesite realizar una cirugía para extraer el tumor y estabilizar los huesos en la columna vertebral de modo que la persona pueda caminar y continuar su desempeño.

Técnicas de ablación para el cáncer avanzado

A la colocación de una aguja o una sonda directamente en un tumor y el uso de calor, frío, o un químico para destruirlo se le llama ablación. Se usa con más frecuencia para el cáncer que se ha propagado a los huesos o al hígado, aunque también se puede usar en otras áreas. Por lo general, se usa cuando sólo unos pocos tumores están causando problemas.

Un tipo común de ablación, la ablación por radiofrecuencia (RFA) utiliza una aguja que transporta una corriente eléctrica. El extremo de la aguja se coloca dentro del tumor. Se puede utilizar una ecografía o una CT para asegurarse de que la aguja esté en el lugar correcto. Una corriente eléctrica que se pasa por la aguja calienta el tumor para destruirlo. Por lo general, la RFA se hace mientras el paciente está bajo anestesia general (dormido profundamente sin que sienta dolor).

En otro tipo de ablación, llamada crioablación, se utiliza la sonda que se colocó en el tumor para congelarlo, lo que destruye las células cancerosas. Otros métodos podrían usar alcohol para destruir las células u otras formas de calentar el tumor (tal como termoterapia intersticial inducida por láser).

Radioterapia para cáncer avanzado

En la radioterapia se utilizan rayos o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores. En el cáncer avanzado, la radioterapia frecuentemente se usa para reducir el tamaño de los tumores a fin de aliviar el dolor u otros síntomas. Esto se llama radiación paliativa.

Algunas veces se usa una combinación de diferentes tipos de radiación.

Radiofármacos

Los radiofármacos son un grupo de medicamentos que contienen materiales radiactivos (tal como el radio-223 o el estroncio-89) que han sido disueltos en líquidos y que se pueden administrar por una vena. Éstos viajan a través de la sangre y son arrastrados hasta las áreas de los huesos que contienen cáncer. La radiación liberada por los medicamentos destruye las células cancerosas y alivia el dolor de los huesos, pero no cura el cáncer.

Si el cáncer se ha propagado a muchos huesos, este tipo de tratamiento puede funcionar mejor que cuando se usa la radiación con haces externos, la cual sólo trata un área pequeña. Para más información, vea Tratamiento de la metástasis en los huesos.

Otros radiofármacos no solo son atraídos a los huesos, sino que se pueden usar para tratar ciertos tipos de cáncer, aun cuando se han propagado a otros lugares. Por ejemplo, el yodo radiactivo (I-131) se puede usar para tratar la mayoría de los tipos de cáncer de tiroides en etapa avanzada.

Medicamentos para tratar el cáncer avanzado

A continuación se provee información general sobre los tipos de medicamentos que se pueden emplear para tratar el cáncer avanzado. Para más información sobre los medicamentos para tratar su tipo de cáncer, lea nuestra información sobre ese tipo específico de cáncer.

Quimioterapia

Con la quimioterapia (quimio) se usan medicamentos para eliminar las células cancerosas. Por lo general, los medicamentos se administran por vía intravenosa o se toman vía oral. Una vez que los medicamentos entran en el torrente sanguíneo, llegan a todo el cuerpo. Este tratamiento a menudo es útil para un cáncer que se ha propagado ampliamente. Al reducir el tamaño del cáncer, se pueden aliviar los síntomas. Incluso, la quimioterapia puede prolongar la vida de algunas personas con cáncer avanzado.

Para más información sobre la quimioterapia y cómo lidiar con los efectos secundarios, vea Quimioterapia.

Terapia dirigida

Los medicamentos de terapia dirigida atacan partes específicas de las células cancerosas u otras células o proteínas que contribuyen a que las células cancerosas crezcan. Estos medicamentos funcionan de distinta manera que los medicamentos de la quimioterapia convencional. Se pueden usar solos o en combinación con otros tratamientos.

Para saber cuáles medicamentos de terapia dirigida se pueden usar para tratar su cáncer, lea nuestra información sobre ese tipo específico de cáncer.

Terapia hormonal

Los medicamentos de terapia hormonal bloquean las acciones de ciertas hormonas o reducen la producción de éstas. Con más frecuencia, este tratamiento se emplea para el cáncer de seno y de próstata, aunque también se puede usar para algunos otros cánceres.

Por ejemplo, el estrógeno es una hormona que causa el crecimiento de muchos cánceres de seno. Algunos medicamentos pueden reducir los niveles de estrógeno o bloquear el efecto del estrógeno en las células del cáncer de seno, lo que podría detener su crecimiento e incluso hacer que los tumores se reduzcan de tamaño. De la misma manera, las hormonas sexuales masculinas (llamadas andrógenos) causan el crecimiento de la mayoría de los cánceres de próstata. Los medicamentos que reducen los niveles de andrógenos o que bloquean su efecto pueden ayudar a detener o a disminuir el crecimiento de estos cánceres.

Inmunoterapia

La inmunoterapia estimula el sistema inmunitario del cuerpo o usa versiones sintéticas de proteínas del sistema inmunitario para eliminar las células cancerosas. Hay muchos tipos de inmunoterapia que se utilizan para tratar a los pacientes con cáncer avanzado.

Para saber si la inmunoterapia se emplea para tratar su cáncer, lea nuestra información sobre esa clase de cáncer.

Medicamentos para tratar el cáncer que se ha propagado a los huesos

Algunos tipos de medicamentos pueden ser especialmente útiles si el cáncer se ha propagado a los huesos Para más información, vea Tratamiento de la metástasis en los huesos.

Estudios clínicos

Los estudios clínicos son estudios de investigación minuciosamente controlados que se realizan con pacientes que se ofrecen para participar como voluntarios. Si le interesa participar en un estudio clínico, comience por preguntar al médico si en la clínica u hospital donde trabaja se realizan estudios clínicos. También puede comunicarse con nuestro servicio de compatibilidad de estudios clínicos para obtener una lista de los estudios clínicos que cumplen con sus necesidades desde el punto de vista médico. Este servicio está disponible llamando al 1-800-303-5691.

Los estudios clínicos son una forma de tener acceso a la atención más avanzada para el cáncer. En algunos casos, puede que sean la única manera de lograr acceso a tratamientos más recientes. También es la única forma que tienen los médicos de aprender mejores métodos para tratar el cáncer. Sin embargo, no son adecuados para todas las personas.

Para obtener más información, vea Estudios clínicos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.